“Baby I’ve got the monsters”,  criptica frase que evoca la presencia de aquello que repta en nuestro inconsciente, la sombra del fin y la sensación de encontrarse atrapado sin más opción que la distancia.

Monsters, del proyecto británico de corte synthpop Empathy Tests, dirigido por Calum Macdiarmid, resulta un viaje audiovisual a ratos visceral y melancólico coronado con una atmósfera de incomodidad y agobio casi tan asfixiante como la tensión que se deja ver en la pareja que inicia el videoclip discutiendo.

La atención al detalle del equipo creativo detrás este trabajo no hace más que acentuar y exaltar las emociones a medida que la letra nos guía por un pasaje oscuro, de ruptura, alejamiento y desesperanza, te encuentras contigo mismo y tus monstruos, de nuevo, no hay a donde ir, no hay distancia que falte por recorrer, no hay sitio donde esconderse, tal vez es momento de irse.

Mención aparte para la participación de la bailarina Isabella Mahmoud en su papel de aparición cuyos movimientos y atavíos enfatizan la confusión de la escena contrastando la gama cromática dominante y claro, la estupefacción de los paralizados espectadores; la aparición confronta, pero también evoca emociones confusas, miedo, furia y lujuria, no deja espacio para el confort o la calma, los monstruos se acercan sigilosamente, y no hay luz que los ahuyente.

Catártica lagrima anuncia el final, la separación y la salida de lo que pudo o no ser; el video termina justo donde comenzó, la vuelta a la cotidianidad y al ajetreo del mundo. Nos encontramos con un trabajo audiovisual muy emotivo de tonalidades frías, transiciones cuidadas y secuencias bien enlazadas ad hoc con el sonido y su letra. Las actuaciones si bien no destacan, no hay necesidad, pues comunican las emociones que deben en el momento adecuado; el contraste entre la pasividad de los espectadores y el dinamismo de la aparición llama a la interpretación de los movimientos, de su contexto y su emoción.

Me topé con este track en una noche de tragos y platicas, de recuerdos y amigos en un ambiente bastante relajado, sin embargo la presencia de sus sintetizadores, la voz y la letra me atrajeron al punto de la disociación de la plática; se trata de mi primer encuentro con Empathy Test y sin exagerar puedo decir que he disfrutado enormemente la experiencia, el trabajo de la banda me ha resultado un respiro de frescura en una época confusa, en la que las cosas se asientan poco a poco y la búsqueda de sentido no para, al contrario, se agudiza y se acompaña de sonidos, imágenes, momentos y emociones… “Baby I’ve got the monsters, again.”